La ex presidenta Cristina Kirchner sostuvo que la devaluación dispuesta por la gestión de Cambiemos en el inicio de su gobierno derivó en «millonarias ganancias» para compradores de dólar futuro al final de su mandato y advirtió que ningún candidato presidencial había anunciado en su plataforma la posibilidad de tomar esa decisión.
A lo largo de dos horas de declaración testimonial ante el fiscal federal Jorge Di Lello, cuestionó además que la decisión de devaluar se hubiese tomado «en una reunión el 13 de diciembre de 2015, tres días después de la jura del presidente Mauricio Macri», según detallaron a Télam fuentes judiciales.
La ex presidenta fue citada bajo juramento de verdad en la causa que investiga la contradenuncia presentada por legisladores del Frente para la Victoria contra el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el juez federal Claudio Bonadio, por el pago de la operatoria de dólar futuro.
Cristina sostuvo que funcionarios del gobierno de Macri habían sido compradores de dólar futuro y, poco después, participaron «en la mesa chica de la toma de decisiones del Gobierno para devaluar», indicaron las fuentes.
En lo referido a esa reunión, la ex presidenta sostuvo ante el fiscal Di Lello que asistieron autoridades del Mercado a Término de Rosario S.A (Rofex), el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y el por entonces secretario de Finanzas Luis Caputo y que allí se tomó la decisión de llevar el dólar a 16 pesos.
En este sentido, sostuvo que esa decisión de política monetaria se tomó durante el macrismo en el Poder Ejecutivo, dejando de lado al Banco Central y en violación de su carta orgánica.
Por el contrario, remarcó que, durante su gobierno, la decisión de vender dólar futuro fue tomada en el Banco Central.
De esta forma, esgrimió argumentos que también utilizó a su favor en el marco de la causa por el dólar a futuro, que tramita en el juzgado de Bonadio por la cual se encuentra procesada y enviada a juicio oral y público.
«La devaluación generó millonarias ganancias a algunos de quienes habían comprado dólar futuro», remarcó la ex presidenta y fustigó a Bonadio, imputado en la causa por la «contradenuncia» impulsada por legisladores K, por entender que él «no impidió la venta posterior».
En cuanto a la decisión de implementar la venta del dólar futuro, la ex presidenta sostuvo que se basó en una política monetaria «habitual» y remarcó que el Banco Central tuvo autonomía para decidirla.
La presencia de Cristina Fernández de Kirchner en los Tribunales Federales de Comodoro Py estuvo enmarcada en un fuerte operativo de seguridad desplegado en los accesos y dentro del edificio, y se produjo un día antes de que la ex Presidenta parta hacia Europa junto a su hija, Florencia Kirchner, viaje para el que obtuvieron permiso de la Justicia dado que sobre ambas pesa la prohibición de salir del país.
Al inicio de la audiencia de hoy, la ex mandataria prestó juramento de decir verdad y Di Lello le explicó que podía omitir responder alguna pregunta si consideraba que ello podía autoincriminarla por estar procesada y enviada a juicio oral en la causa que investigó la venta de dólar futuro.
La ex presidenta arribó a los tribunales federales de Comodoro Py 2002, en el barrio de Retiro, pocos minutos antes de las 11 en medio de un operativo de seguridad con doble vallado al edificio y una fortísima presencia de Gendarmería Nacional rodeando la sede y en calles aledañas.
Esta vez se eligió para su ingreso al edificio un acceso lateral que nunca se había usado antes en sus visitas previas para ser indagada en las causas penales en las que está procesada y subió directo al quinto piso, sede de la fiscalía de Di Lello.
Durante dos horas y en el despacho del fiscal, Cristina respondió preguntas de un extenso cuestionario, como por ejemplo detalles del volumen de reservas del Banco Central en el 2015, cuando se resolvió la venta de dólar futuro y qué previsiones se tomaron.
Allí, la ex presidenta eligió tomar su propia agua mineral, no aceptó café ni otra bebida y, durante toda la audiencia, estuvo acompañada por su abogado Carlos Beraldi, quien no intervino porque se trató de una testimonial bajo juramento de verdad.
En la extensa entrevista, la ex Presidenta hasta se hizo tiempo para elogiar el decorado del despacho, en particular un cuadro del sacerdote asesinado durante la última dictadura Carlos Mugica.
Al finalizar la audiencia, poco después de las 13 y seguida por sus custodios, Cristina bajó desde el quinto piso de los tribunales de Retiro al cuarto piso para dirigirse al juzgado de Bonadio, para allí notificarse en una Secretaría del procesamiento dictado en su contra en la causa «Los Sauces», donde el juez entendió que lideró una asociación ilícita para recibir sobornos de empresarios beneficiados con la obra pública en su gobierno, a través del falso alquiler de propiedades.
La ex presidenta partirá mañana hacia Europa, donde participará de diversas actividades políticas y sociales, en tanto su regreso al país está previsto para el próximo 19, de acuerdo con su pedido y lo autorizado por la Justicia, tanto por el juez Bonadio como por Julián Ercolini, quien la procesó por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz en favor del detenido empresario Lázaro Báez.