Así lo informó la titular del área de Zoonósis, Rosario Guarrochena, quien destacó el trabajo conjunto con la Dirección de Contralor a cargo de Martín Serantes.
“Nosotros colaboramos con el área de Contralor porque había un vendedor ambulante que venía salamines caseros y bondiola sin controles bromatológicos. El vehículo en el que se movilizaba no estaba habilitado, se le retiró la mercadería, se hizo la inspección, un acta y decomiso por no estar apta para el consumo”.
Dijo que “todo alimento que ingresa a Trenque Lauquen debe pasar por Casilla Bromatológica y esta no tenía ningún tipo de examen sanitario”. Agregó que es un riesgo “la compra de chacinados que no se compren en comercios y que no tengan etiqueta con datos sanitarios” por la triquinosis o alguna otra afección que podrían producir. “Los vecinos pueden informar a la Municipalidad si ven gente que vende comida sin controles»